Este año nuestro mundo está patas para arriba. No como en esta foto pero de una manera más profunda.
Si recuerdan mi post de hace unas semanas llamado “¿Tiene sentido?” pueden ver que una historia tiene que tener sentido dentro de la lógica de ese mundo en el que está escrita, puede tener una lógica diferente de la que conocemos en el mundo en que vivimos.
Cuando salimos de casa por primera vez después de estar adentro por varias semanas, a los chicos todo les sorprendía. Miraban asombrados los bichitos (mariposas, vaquitas de San Antonio, libélulas), los animales (ardillas, patos, peces) y las plantas (lavanda, margaritas, flores silvestres, creciendo de a amontones).
No habíamos salido a caminar por el barrio en tanto tiempo que todo lo veían con una nueva mirada. Porque su mundo había cambiado y estaba patas para arriba. Al revés.
Ahora estábamos tan acostumbrados a nuestro departamento que la realidad fuera de casa se volvió en una novedad.
Les dimos de comer a los patos en el canal (les habíamos llevado semillas), y cuando volvimos a casa los chicos estaban listos para escribir una historia. ¿Pueden creerlo? Una historia sobre salir de casa y ver cómo había cambiado nuestro mundo.
Esta semana pueden poner patas para arriba el mundo de sus personajes. Imaginen, por ejemplo, que su personaje creció puertas adentro (por la razón que ustedes elijan, puede ser a causa del clima, o porque en el país donde vive ese personaje hay que tener al menos seis años para poder salir de casa, ustedes deciden).
Después de mucho tiempo, su personaje decide salir de este mundo interior para ver qué hay afuera. ¿Qué ve, oye, huele? ¿Cómo se siente estar afuera por primera vez? ¿Qué pasa una vez que el personaje vuelve a casa?
Esta historia de ficción puede estar escrita en primera persona (“Cuando abrí la puerta…”) o en tercera persona (“Cuando abrió la puerta…). ¿Qué descubre este personaje en esta experiencia de dejar su casa y luego volver?
También pueden elegir cambiar algún aspecto importante del mundo en que vivimos y dar vuelta la vida de su personaje. El 8 de junio fue el Día Mundial de los Océanos. ¿Qué pasaría si todos los océanos y mares del planeta se volvieran de color violeta? ¿O si se congelaran? ¿O si no puedan meternos en ellos a causa de la polución? ¿Qué pasaría si cada persona que ven fuera amable o los ayudara? Imaginen en qué mundo les gustaría vivir.
¡Me encantaría leer sus historias!
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