¡Qué bueno verlos otra vez! Espero que los chicos hayan podido escribir algo, o tal vez les esté interesando un poco más la idea de sentarse a escribir.
La semana pasada puse dos oraciones para empezar a escribir, una para ficción, y otra para no ficción. También incluí una foto que puedan usar como inspiración para escribir una historia. Estas tres cosas están en la página para aquellos que necesiten un empujoncito para empezar, pero tal vez sus hijos ya tienen un montón de ideas y no las necesitan. Y si bien las clasifiqué como ficción y no ficción, si ven que una oración de no ficción les da una idea para una historia de ficción, ¡está perfecto!
Entonces, ¿Qué es ficción y qué no?
Acá escribí dos oraciones para mostrarles la diferencia:
1 – Me encanta levantarme temprano.
2 – Me encanta viajar.
Como estas dos oraciones las escribí yo acerca de mí misma, les puedo decir con seguridad que 1 es ficción (F) y 2 es no ficción (NF).
La primera oración es un invento; a la mañana agrego diez minutos cuando suena el despertador, una vez, dos veces, hasta tres si afuera el día está bastante feo.
Pero la segunda oración es algo que digo bastante seguido.
Algunos chicos pueden escribir F y NF con facilidad, pero otros prefieren uno de los dos tipos de texto.
Ficción
A veces, cuando hablamos de ficción, hay chicos que piensan que en la historia tiene que haber, por ejemplo, un unicornio. Pero no necesitamos animales fabulosos para que una historia sea F, todo lo que inventamos con nuestra imaginación es suficiente.
A la hora de escribir ficción, algunos chicos toman muchos elementos de su propia vida. Por ejemplo, el personaje principal tiene la misma edad y el mismo género que el autor, vive en la misma ciudad, pero tiene otro nombre y vive aventuras que el autor sólo puede imaginar.
Muchos escritores, incluso aquéllos que llevan varios años publicando libros, siguen usando su propia vida y sus experiencias como punto de partida para escribir ficción.
En parte esto se debe a que uno se siente cómodo en este terreno conocido, somos especialistas en nuestra propia vida y podemos usar muchos elementos nuestros para arrancar una historia.
Si bien muchos chicos (y grandes) toman cosas de su propia vida para empezar una historia, después dejan rienda suelta a la imaginación para terminarla.
Podemos escribir ficción de muchas formas. Algunos chicos prefieren escribir historias cortas, les gusta pasar horas pensando en los nombres de los personajes o describiendo en detalle el marco narrativo (el tiempo y el espacio donde transcurre la historia). Otros prefieren las tiras cómicas o historietas, donde pueden combinar historias de ficción con sus propias ilustraciones. Este formato les permite dibujar y escribir, dejando que las ilustraciones cuenten una parte de la historia. Algunos chicos disfrutan contar historias a través de canciones y poemas.
No ficción
En la no ficción, perdemos de vista la imaginación y nos aferramos a los hechos. Algunos ejemplos de no ficción son un libro de historia, una revista científica, una biografía, un manual para un auto a control remoto. Un diario personal es una herramienta muy común para crear no ficción, ahí podemos expresar cómo nos sentimos durante el día o qué hicimos.
Podemos escribir no ficción de manera creativa, presentando una idea de manera original, o relatando los hechos desde un punto de vista único (muchos libros de historia para chicos muy chicos tienen animales contando la historia).
También tenemos textos donde se mezclan los dos, por ejemplo, hay libros de ficción que tienen personajes históricos. Pero vamos a hablar de esto más adelante.
Durante las próximas semanas voy a explicar, a través de varios ejercicios, la diferencia entre F y NF, para que los chicos vean que hay muchísimas posibilidades a la hora de escribir.
Si tus hijos prefieren siempre el mismo género, ¿qué te parece preguntarles esta semana si quieren probar algo diferente?
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